Dejé la ropa sucia encima de un taburete, ocultando la nota entre ella.
Calenté el agua y me puse dentro de la bañera. Se me fue el santo al cielo,
pensando el contenido de la carta. No tenía ni idea de cómo podría haber
llegado hasta mi bolsillo, y sin darme cuenta...
No sabía si interpretarlo como una advertencia o una amenaza.
Por culpa de la nota estuve debatiendo si, debía viajar a Burdeos, o no.
Al rato, me decidí y no perdí tiempo. Aún desnudo y algo mojado, fui hacia mi
alcoba. Saque un baúl que tenia debajo de la cama y lo abrí. Hacía años y años
que estaba olvidado pero creo que era el momento perfecto.
Saque su contenido, lo desenvolví de la manta que lo conservaba y lo analicé.
Estaba en perfecto estado.
Era una espada larga, herencia de mi difunto padre. Siempre la llevaba consigo,
ya que el oficio de mercader, aunque no lo parezca, es muy peligroso.
La cogí con una sola mano, ataqué a la nada, viendo como me desenvolvía con
ella. Tenía suerte te tener el mismo físico que mi padre, por eso, parecía una
extensión de mi propio brazo.
La empuñadura de piel, envuelta con unos alambres para mantenerla prieta.
La hoja era doble, reluciente y aun afilada. Lucía una inscripción justo antes
de la empuñadura que decía así:
opes, est potentia
Dejé una nota encima del mostrador informado a Roldán que le
dejaba la importante tarea de llevar mi comercio durante el tiempo que
estuviese de viaje.
Preparé a fortuna, cargue el carro de víveres,
para mi y para mi caballo. Escondí varios cofres llenos de croats y el paquete
que me "confiaron" en un falso suelo del carro. Me vestí con mi ropa
mas cómoda y até la vaina de la espada a la cintura. Ya estaba preparado para
salir.
Leí de nuevo la nota, que, aunque escueta, tenía un amplio significado.
Por la noche no hay luz que gane a la oscuridad en los
caminos dominados por él.
Cada vez que leía esta maldita nota, una sensación bastante
desagradable me recorría todo el cuerpo.
Me la guarde y emprendí mi largo viaje.
Estaba en la calle principal, el sol se situaba en lo alto del
cielo. Pronostiqué que tenia unas 6 horas de luz hasta llegar a alguna
posada para los viajeros.
Por la noche, en el barrio Judío...
Abraham - Cómo? no puede ser, porqué no me has avisado criatura, no imaginas
la magnitud del peligro que conlleva lo que me estás contando. Esa nota era falsa! No hay ningún negocio en Burdeos para él. Maldita sea niño, avisa a la guardia, RÁPIDO!
Salí corriendo hacia la tienda de Diego de la Vega. Era de
noche y las calles estaban plagadas de borrachos como poco.
Llegué, llamé a la puerta y nadie contestó. Me acerqué a los
establos y vi lo que más me temía.
Ni fortuna ni su carro estaban, era tarde para hacer nada, ya
se había marchado...
Que emoción!! A ver que tal es el capítulo 1 jejeje estoy ansioso por leerlo
ResponderEliminarAbraham conseguirá frenar este engaño? que contiene ese paquete?
ResponderEliminarY no olvidéis el hombre que tubo un encontronazo en pleno día con Diego de la Vega.